El chocolate en polvo es un producto ampliamente consumido en México, especialmente en los hogares donde se prepara como bebida para el desayuno o la merienda. Su popularidad radica en su facilidad de uso y su sabor, que lo convierten en un favorito entre niños y adultos.
Sin embargo, no todos los productos disponibles en el mercado cumplen con los estándares de calidad y transparencia que los consumidores esperan. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha realizado estudios exhaustivos para evaluar la calidad de estos productos, con el objetivo de proteger a los consumidores y garantizar que reciban información veraz.
¿Cómo fue el estudio de Profeco para saber si las marcas de chocolate mienten?
En su más reciente análisis, Profeco examinó 32 presentaciones de chocolates en polvo y polvos para preparar bebidas sabor chocolate, evaluando aspectos como el contenido neto, la información nutrimental y el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas.
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Este tipo de estudios son cruciales en un contexto donde el consumo de azúcares y calorías es un tema de preocupación para la salud pública. México enfrenta altas tasas de obesidad y enfermedades relacionadas con dietas ricas en azúcares, lo que hace imprescindible que los consumidores estén bien informados.
Marcas que no cumplen con el etiquetado
La idea principal de Profeco es que marcas de chocolate en polvo no cumplen con las normas de etiquetado, lo que puede engañar a los consumidores. Marcas como Chocomilk, Chocomilk sabor canela y Cal-C-Tose 60 % menos azúcar fueron señaladas por no coincidir su etiqueta con el contenido declarado, lo que constituye una infracción a la NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
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Además, otras marcas como Chokomonk, Valorcao a la Taza Premium y Swiss Miss contienen edulcorantes no recomendados para niños, pero no incluyen la advertencia obligatoria. Por ejemplo, Swiss Miss presenta sellos de advertencia en medidas menores a las exigidas, lo que dificulta su visibilidad.
Problemas con el contenido neto
El estudio también reveló que algunas marcas no cumplen con el contenido neto prometido en sus empaques, lo que afecta directamente a los consumidores. Por ejemplo, Chocolate Ibarra en su presentación de 320 gramos contiene en promedio 307.4 gramos, según el análisis de Profeco.
Este tipo de discrepancias, junto con el uso de edulcorantes no aptos para menores, ha llevado a Profeco a recomendar a los padres evitar estas marcas para el consumo infantil. Para un análisis más detallado, los consumidores pueden consultar la Revista del Consumidor, donde se publican los resultados completos de este estudio.
Recomendaciones para un consumo responsable
Profeco enfatiza la importancia de leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos, prestando atención a la información nutrimental y los sellos de advertencia. Los chocolates en polvo suelen tener un alto contenido de azúcar, lo que los hace poco recomendables para un consumo diario, especialmente en niños.
La Organización Mundial de la Salud sugiere limitar los azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética total, y estos productos suelen exceder ese límite. Consumir chocolates con mayor contenido de cacao y menos azúcares añadidos, como los recomendados por Profeco, puede ser una alternativa más saludable.
Conclusión: decisiones informadas para los consumidores
Los hallazgos de Profeco subrayan la necesidad de que los consumidores sean más críticos al elegir productos como el chocolate en polvo. Marcas que incumplen con el etiquetado o que contienen ingredientes no aptos para niños pueden representar un riesgo para la salud si no se consumen con moderación.
La recomendación es clara: optar por productos que cumplan con las normas y preferir aquellos con mayor contenido de cacao, como Moctezuma Uruapan Premium, destacado por su calidad. Al final, la información proporcionada por Profeco permite a los consumidores tomar decisiones más informadas, protegiendo su salud y su economía.