El Show de La Mejor

¿Cómo nació “Amor Sin Raza”, un proyecto que cruza fronteras para salvar la vida de animales? 

Descubre cómo nació Amor Sin Raza, la inspiradora iniciativa de Erika Fernández que ha rescatado a decenas de perros callejeros.
miércoles, 23 de julio de 2025 · 10:32

Una pasión que se convirtió en misión de vida. Así describe Erika Fernández, conductora y activista, el nacimiento de Amor Sin Raza, un proyecto que ha traspasado límites personales, geográficos y sociales para rescatar perros en situación de calle y darles una segunda oportunidad.

Durante una emotiva entrevista en El Show de La Mejor, Erika compartió los orígenes de su fundación, revelando cómo un solo perrito abandonado cambió por completo el rumbo de su vida. Aquel momento, ocurrido hace más de una década, encendió una chispa que hoy se ha convertido en una de las iniciativas independientes de rescate animal más reconocidas en México.

De los foros de televisión al activismo por amor a los animales

Aunque su rostro se hizo conocido por aparecer en televisión y cubrir eventos deportivos, la presentadora encontró su verdadera vocación fuera de los reflectores: rescatar perros abandonados. Lo que comenzó como una acción aislada, se transformó rápidamente en un estilo de vida.

“Me decían la loca de los perros en el trabajo, pero yo sabía que estaba haciendo lo correcto. El rescate se convirtió en mi motor”, explicó Erika.

La fundación Amor Sin Raza nació como una plataforma para formalizar esa labor. Hoy, opera bajo un esquema que involucra a la comunidad a través de hogares temporales, jornadas de esterilización, adopciones responsables y educación sobre bienestar animal.

¿Cómo funciona Amor Sin Raza?

El corazón del proyecto es claro: rescatar, rehabilitar y reubicar perros en situación vulnerable. Sin embargo, Erika ha decidido no operar un refugio tradicional, pues entiende los retos económicos y logísticos que esto implica. En su lugar, trabaja con una red de hogares temporales y pensiones aliadas, lo que permite ofrecer atención digna y personalizada a cada animal.

“En mi casa viven 20 perritos. Diez de ellos son parte de mi manada permanente, muchos con discapacidad. Los otros están en proceso de adopción o recuperación”, reveló.

Uno de los programas más efectivos de la organización se llama “De Temporal a Hogar”, el cual permite que las personas vivan la experiencia de cuidar a un perro por 15 días sin la presión de una adopción inmediata. Este modelo ha demostrado ser clave para fomentar adopciones responsables.

No se trata de caridad, sino de conciencia

Erika es clara al señalar que Amor Sin Raza no es una moda ni un pasatiempo: es su proyecto de vida con propósito. Parte de su lucha diaria es crear conciencia en la sociedad sobre la tenencia responsable y la adopción informada.

“Tener un perro no es para todos. No se trata de moda ni de raza. Es un compromiso de años”, afirma.

Además, insiste en que el problema del abandono animal es un asunto social, no individual. Por ello, su fundación trabaja en educar a la población sobre la importancia de esterilizar, no comprar y evitar regalar animales por impulso.

Cruzando fronteras para salvar vidas

Recientemente, Erika realizó un viaje internacional para reubicar perros en hogares seguros fuera de México, destacando que el amor por los animales no entiende de nacionalidades ni fronteras.

Lo más bonito es saber que un perrito que antes dormía en la calle, ahora tiene cama, techo y familia. Eso lo cambia todo”, dice con emoción.

Amor Sin Raza es más que una organización: es una llamada a la acción para todos los que quieren marcar una diferencia real en la vida de los animales. Erika Fernández ha demostrado que no necesitas tener un refugio gigantesco o millones de pesos para empezar. Solo un corazón comprometido, constancia y muchas ganas de ayudar.