Melanie Lattanzi, pareja del influencer conocido como Fofo “N”, ha vuelto a las redes sociales para denunciar amenazas que ha estado recibiendo, desde que el creador de contenido ingresó al penal de Barrientos por haber agredido a una mujer de 52 años.
El pasado 4 de abril, Fofo Márquez fue detenido por agentes de la Fiscalía General del Estado de México, tras hacerse viral una serie de videos en los que se le ve golpeando a Edith “N”.
Ahora, Melanie Lattanzi ha reaparecido en sus redes sociales para denunciar amenazas de supuestos grupos delictivos que ponen en peligro su vida e integridad.
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Melanie Lattanzi denuncia amenazas de supuestos grupos delictivos
A través de su cuenta de Instagram, compartió capturas de pantalla en sus InstaStories para mostrar las constantes amenazas de muerte, aparentemente provenientes de grupos y líderes criminales. Uno de los mensajes que recibió incluía la siguiente amenaza: “CJNG te vamos a reventar”.
Otros mensajes inquietantes que ha recibido incluyen: “Vas a valer, donde te vea aquí en México, no te voy a pegar yo, te va a pegar otra mujer hasta desangrarte como lo hicieron con la señora”; “Qué rollo con tu novio el tontín, para ti también, ojalá se pudra en la cárcel”; “¿Qué se siente ser prostituta? ¿No te da asco andar con un güey así? Cómo puedes si quiera besarlo. Qué asco me da él”; “Tienes los días contados”.
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Estos son los supuestos privilegios de Fofo Márquez en el penal de Barrientos
Fofo Márquez, quien enfrenta cargos por tentativa de feminicidio contra Edith N, parece disfrutar de ciertos privilegios en la cárcel, entre ellos, según se sugiere, su familia ha tenido que pagar sumas considerables de dinero para asegurar su protección dentro del penal.
Según un supuesto amigo del influencer entrevistado por Kadri, se le exigían alrededor de 50 mil pesos semanales por protección dentro del penal. “El pago no es mensual, va a ser semanal, de jodido, así un tostoncito”.
Otros privilegios que Fofo disfruta incluyen el acceso a un teléfono celular sin autorización oficial, así como el consumo de alimentos inusuales en el penal, como pizza, lo que destaca las desigualdades dentro del sistema penitenciario en cuanto al trato a los diferentes internos.