El nuevo reality de Azteca Uno, La Granja VIP, ya dejó su primera polémica: la comediante conocida como La Bea, quien aclaró en cámara que su nombre real es Tania, rompió en lágrimas tras una crítica directa de Lola Cortés, la exjueza que se sumó como concursante. El episodio, que se viralizó en redes, mezcla convivencia, música y un momento de tensión que mostró el lado más humano de los participantes.
¿Qué ocurrió entre La Bea y Lola Cortés?
Durante un rato de convivencia, La Bea y el también granjero Teo decidieron rendir homenaje a los días de Lola como jueza en La Academia: La Bea interpretó una cumbia, específicamente “Como la Flor”, de Selena. Lo que para algunos fue un momento de camaradería terminó en una mini sesión crítica al estilo académico.
Lola Cortés, fiel a su estilo directo, señaló que a La Bea le falta afinación y un oído educado: “Ibas descuadrada… tu cumbia iba fuera de tiempo”, comentó. La crítica no solo se centró en la voz: lo que más dolió a la comediante fue la observación sobre su baile.
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“Lo más importante: no sabes bailar cumbia”, dijo Cortés, antes de ofrecer consuelo y proponerle una mini-enseñanza: “Bea tranquila… vamos a aprender a bailar cumbia, ¿qué te parece?” Ese gesto conciliador llegó tarde para La Bea, que no pudo contener unas lágrimas leves pero reales frente a las cámaras.
¿La Bea tiene un grupo de cumbia o fue solo un rumor en redes?
La cuestión del supuesto grupo de cumbia alrededor de La Bea se desató en los comentarios de redes sociales tras el capítulo. Varios internautas aseguraron, sin pruebas públicas aportadas en el momento, que “lo que no saben es que ella es parte de un grupo de cumbia”.
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Sin embargo, en el material mostrado en el reality el momento aparece como una interpretación individual y espontánea dentro de la convivencia. Por tanto, hasta ahora no hay confirmación oficial en pantalla sobre la existencia de un grupo musical formal liderado por La Bea. La afirmación circula como rumor entre usuarios que comentaron el episodio.
¿Por qué la crítica dolió tanto?
El golpe vino por dos vías: por un lado, la crítica técnica, afinación y ritmo, por otro, el cuestionamiento de una habilidad emocionalmente ligada a La Bea: su gusto y relación con la cumbia. Cuando se toca un terreno que parece formar parte de la identidad de alguien (su música favorita, su forma de expresarse), la respuesta puede ser más íntima que una crítica profesional.
En redes, la reacción fue mixta: hubo empatía y apoyo para La Bea (“Bea eres lo más”, “es de mis favoritas”), reconocimiento del valor del momento televisivo (“contenido standupero, contenido académico… contenido!”) y curiosidad sobre su vida artística (“lo que no saben es que ella es parte de un grupo de cumbia”). Otros usuarios aplaudieron la presencia de Lola Cortés en el reality por aportar el matiz conflictivo y formativo que tanto expectación genera.
El incidente refuerza dos certezas: primero, que Lola Cortés mantiene su fama de crítica dura aun en un contexto de convivencia; segundo, que los momentos humanos, llantos leves, ofrecimientos de ayuda, rumores en redes, son el combustible del reality. Además, la propuesta de Lola de enseñar a La Bea a bailar cumbia abre una narrativa futura que el programa podrá explotar: de la crítica al aprendizaje, pasando por la reconciliación y el show.