Con la llegada del calor, los helados se vuelven protagonistas en la dieta de muchos niños. Sin embargo, no todos los productos disponibles en el mercado son recomendables para el consumo de los más pequeños.
Profeco ha evaluado diversas marcas descartando aquellas que cumplen con los estándares de calidad y nutrición. Quédate que te contamos todo lo que debes saber.
¿A qué se dedica Profeco?
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es un organismo del gobierno de México encargado de proteger y defender los derechos de los consumidores. Su labor principal es vigilar que los productos y servicios que se ofrecen en el mercado cumplan con normas de calidad, seguridad y veracidad.
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Además, Profeco orienta a los consumidores, realiza estudios comparativos, supervisa precios y sanciona prácticas abusivas. También promueve el consumo informado para que las personas tomen decisiones responsables y conscientes.
¿Cuál es la marca de helados que Profeco recomienda para los niños?
Profeco analizó 27 productos envasados de helados y paletas comerciales para verificar su cumplimiento con las normas y su información nutricional. De esta manera determinó cuáles son los helados recomendados para los niños, estos incluyen:
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- Holanda Cremissimo sabor a chocolate: contiene 20.6 gramos de azúcares totales y 7 gramos de grasa cada 100 gramos de helado.
- Precíssimo sabor a chocolate y fresa: presenta 14.9 gramos de azúcares totales y 6.9 gramos de grasa cada 100 gramos.
- Gelatier de fresa en tozos: ofrece 21.2 gramos de azúcares totales y 11.1 gramos de grasa cada 100 gramos.
- Holanda Solero de agua sabor limón: esta paleta contiene 13.9 gramos de azúcares totales poca cada 100 gramos de producto.
¿Cuánta cantidad de helado es saludable para el consumo de los niños?
La cantidad de helado saludable para los niños depende de la edad, su actividad física y su dieta en general. Sin embargo, se recomienda moderar el consumo debido a su contenido de azúcares y grasas.
En promedio, una porción de helado para niños puede ser 1/2 a 1 taza. El consumo debería ser ocasional que no remplace comidas principales o se exceda en la cantidad de azúcares que, según la OMS, no debe superar los 25 gramos por día.