Las llamadas para cobrar deudas son comunicaciones realizadas por despachos de cobranza o acreedores (como bancos, tiendas departamentales o empresas de servicios) para reclamar el pago de una deuda pendiente.
Sin embargo, muchas de estas interacciones se perciben como hostigosas debido a prácticas abusivas que violan los derechos del consumidor, según lo establecido por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en la Ley Federal de Protección al Consumidor.
¿Qué no pueden hacer los despachos de cobranza según Profeco?
Aunque los despachos de cobranza tienen derecho a contactar a los deudores para gestionar pagos pendientes, la Profeco establece límites claros para evitar abusos; según el artículo 17 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, los despachos no pueden:
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- Contactar a personas no relacionadas con la deuda, como familiares, amigos o compañeros de trabajo, salvo que sean deudores solidarios o avales autorizados. Está prohibido comunicarse con menores, personas con discapacidad o adultos mayores, a menos que sean los responsables directos.
- Realizar llamadas o visitas fuera del horario permitido (de 7:00 a.m. a 10:00 p.m., según el huso horario de tu región).
- Revelar información sobre la deuda a terceros no autorizados, como vecinos o empleadores.
- Usar lenguaje ofensivo, insultante o amenazante, ni acosar al deudor, sus avales o contactos cercanos.
- Colocar carteles o avisos en el domicilio o lugar de trabajo que hagan referencia a la deuda.
- Hacerse pasar por autoridades judiciales o enviar documentos que simulen ser escritos legales.
- Enviar correspondencia con leyendas externas que indiquen que se trata de una cobranza.
- Utilizar medios masivos (como redes sociales) para exponer públicamente la deuda.
- Recibir pagos directamente, ya que estos deben canalizarse a través del acreedor original.
- Llamar desde números no identificables (como “privado”, “oculto” o “confidencial”).
Estas regulaciones buscan garantizar un trato digno y proteger a los consumidores de prácticas de cobranza abusiva.
¿Qué hacer si un despacho de cobranza te amenaza o hostiga?
Si enfrentas hostigamiento por parte de un despacho de cobranza, tienes derechos que puedes ejercer para detener estas prácticas:
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- Documenta todo: Registra fechas, horas, nombres de los cobradores y detalles de las comunicaciones (llamadas, mensajes, correos). Esto servirá como evidencia.
- Verifica la deuda: Solicita por escrito un estado de cuenta detallado que incluya el monto, el acreedor original y el contrato. Los despachos están obligados a proporcionarlo.
- Establece límites de contacto: Envía una carta certificada al despacho indicando que solo aceptas comunicaciones por escrito o en horarios específicos. Esto está respaldado por Profeco.
- Presenta una queja ante Profeco: Si el hostigamiento persiste, denuncia al despacho en el Registro de Despachos de Cobranza (REDECO). Necesitarás:
- Tu nombre o el de la persona afectada (deudor, aval o tercero).
- Nombre del despacho (si lo conoces).
- Tu dirección, correo electrónico y número telefónico.
- Descripción clara del motivo de la queja.
- Evidencias (grabaciones, mensajes, cartas).
- Nombre y dirección del acreedor original (si la tienes).
Puedes presentar la queja en línea en www.profeco.gob.mx, por teléfono al Teléfono del Consumidor (55 5568 8722 o 800 468 8722, lunes a viernes de 9:00 a 19:00; fines de semana y festivos de 10:00 a 18:00) o en una Oficina de Defensa del Consumidor (ODECO).
- Denuncia otras irregularidades:
- Si comparten tu información personal, denúncialo ante el INAI (https://www.inai.org.mx) por violar la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
- Si hay amenazas de violencia, presenta una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) o fiscalía local.
- Si la deuda es con un banco, contacta a Condusef (55 5340 0999 o https://www.condusef.gob.mx).
- Busca asesoría legal: Si el problema persiste, consulta a un abogado especializado en derecho del consumidor o acude a la Defensoría Pública para orientación gratuita.
No estás obligado a responder llamadas ni a aceptar tratos bajo presión. Ignorar las comunicaciones abusivas es tu derecho, siempre que actúes para resolver la deuda legítima de manera formal.
La Profeco y la Condusef están para protegerte contra prácticas de cobranza abusiva; conocer tus derechos y actuar con evidencia te permitirá detener el hostigamiento y negociar de manera justa, si la deuda es legítima, contacta al acreedor original para acordar un plan de pago por escrito, evitando intermediarios abusivos.