El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, reconocida mundialmente y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Este ritual permite a las familias honrar a sus seres queridos fallecidos mediante altares y ofrendas simbólicas, siguiendo un calendario específico que marca cuándo se deben colocar y retirar estas ofrendas, para recibir las almas que regresan durante estos días tan especiales.
¿Qué debe llevar la ofrenda de Día de Muertos?
La ofrenda o altar de muertos es un espacio sagrado donde se colocan diversos elementos que simbolizan la conexión con aquellos que ya partieron. Aunque no existe un número exacto de componentes, hay cuatro elementos esenciales que deben estar presentes: aire, fuego, tierra y agua.
Algunos de los elementos más comunes en las ofrendas son:
- Mantel
- Sal
- Velas, veladoras e incienso
- Papel picado
- Izcuintle (figura de perro que acompaña a las almas)
- Petate
- Calaveritas
- Fotografías
- Tierra o ceniza
- Flores (principalmente cempasúchil)
- Bebidas (como tequila o mezcal)
- Comida (los platillos favoritos del difunto)
- Dulces
- Fruta
- Pan de muerto
- Cada uno de estos elementos tiene un profundo significado, representando la conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Ofrenda del 28 de octubre para quienes fallecieron de forma violenta
El 28 de octubre se dedica a las almas de quienes fallecieron de manera trágica o violenta, ya sea en accidentes, víctimas de violencia o cualquier situación que abruptamente les arrebató la vida. Para estas almas, se coloca sal, que ayuda a purificar su camino y facilitar su tránsito entre ambos mundos.
Este día, también se enciende la primera veladora, símbolo de la guía que ilumina su retorno a los antiguos hogares, donde los esperan los festines preparados por sus familiares. No pueden faltar en la ofrenda los platillos y bebidas favoritas de estas almas en vida, y, por supuesto, agua, que simboliza la pureza y sacia la sed después de un largo trayecto.
Un elemento esencial es el retrato del ser querido fallecido, ya que este es su boleto al mundo terrenal, permitiéndole disfrutar de todo lo que su familia ha preparado en su honor.
El 28 de octubre también se le da la bienvenida a las ánimas solas, aquellas que fallecieron sin contar con un familiar o alguien que las acompañara. Para ellas, se coloca una flor blanca en el altar, como símbolo de bienvenida y respeto, asegurándoles que no están olvidadas.